Entonces señora mía.
Aqui estoy... todo suyo.
Con una sonrisa en el rostro
y un suspiro en el alma.
Con la mente lista
para viajar a sus brazos.
Para envolverme en su pecho
y arrullarme en su magia.
Para sentir sus cabellos,
su aliento y el destello de sus ojos.
Ser más que el aire que respira
y tomar forma en el fuego de su piel.
Yo puedo asegurarle algo,
mis palabras jamás
serán para hacerle daño
ya que todas ellas juntas le pertenecen!
Como la flor a la primavera
o como la luna a mis suspiros.
Como los peces al río
o como mis besos a sus labios.
Lo peor que podria escuchar de mi
es el silencio si necesario sería.
Aunque estoy seguro que jamás callaría
ante su benevolente mirada.
Por todo lo que refleja,
me basta detenerme un segundo
para dibujar su rostro en el cielo
y guardar su alma en mi pecho.
Señora mía, no le pido espacio
no le pido lugar en su vida!
Suficiente es con que mis palabras
le provoquen una sutil sonrisa.
Un suspiro, un deseo infinito
de volver a tenerme solo
y por siempre suyo
o morir en sus mejillas.
(carsot)