miércoles, febrero 22, 2006

EUGENIO DE SANTA CRUZ Y ESPEJO CHUSIG


Un homenaje al célebre pensador y luchador, nacido bajo el yugo de la explotación y marginación. Constructor de proyectos y firme defensor de sus ideas en pos de una nación donde la igualdad, la justicia y la verdad sean los fundamentos que la guien.
Patriota sin tacha
"América debe ser solamente para los Americanos"; tal la divisa que hace la friolera de unos 180 años, Espejo estampó en su estandarte libertario en son de grito de combate.
Conspirador, Manumisor, Patriota y Mártir, hasta la sublimidad, son las cartas credenciales que el Indio-Médico presenta al Mundo Libre como individuo propulsor de un ideario demoliberal. La arquitectura doctrinaria que alentaba no podía ser mejor. Su nítida y fulgente voz emergía de las hondas entrañas de un pueblo, sediento a conducir, con propia mano, su adecuado destino.
Espejo, Caudillo de Libertades, rubricó con palabra bendita los prolegómenos de la emancipación política de la América Indígena.
Y de este legado prefiero para su elogio el oro puro de su patriotismo, la palabra vibrante del periodista y del político, la obra cívica inmortal del precursor de la independencia, y su mensaje profético en bien de la nación quiteña, hoy ecuatoriana, que revela la intensidad de su genio; pues son válidos sus pensamientos, sus advertencias, sus admoniciones, un siglo después del devenir político, cumplidos ya sus anhelos emancipadores y realizada la República, que necesita aún ser iluminada y dirigida por su espíritu.
"Pues la gloria del Precursor Espejo radica fundamentalmente en el patriota; su obra trascendental es la del periodista; su contribución a la creación de la patria fue su actividad de conspirador, de agitador oculto, misterioso, de búho que presagia con su nota estridente en las tinieblas del ambiente quiteño, la presencia de los ojos abiertos a la verdad que difundía en el periódico mural y en la conspiración permanente contra la injusticia, los perjuicios de las castas sociales y los errores y las responsabilidades de los dirigentes políticos. Lo que trascendió y perdura en la vida nacional, es, pues, la actuación política del patriota y la rebeldía del periodista" (...)
"El espíritu y la acción de Espejo fecundó la revolución emancipadora. Esta es su obra inmortal".6
Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo no logró encubrir del todo el anonimato en que se escudaba.
Sus limpios fervores _enardecidos y reverdecidos cada vez más y más- hacia el trinitario postulado de la Revolución Francesa _culminado con la toma de la Bastilla-: Libertad, Igualdad y Fraternidad, troquel del pensamiento democrático, trascendían al dominio público y al conocimiento de las esferas oficiales. Y por practicar estos saludables principios, y por reeditar en el Continente nuestro idéntico pronunciamiento político-social, hubo de bregar audazmente con los escasos recursos que se hallaban a su alcance.
La insurgencia del "Gran Quinteño", auténtico "Corsario de la Libertad", en el tinglado político-social marca un hito señero, una etapa memorable de civilización y de civilidad, de redención y rescate de los derechos humanos y libre arbitrio en el porvenir e historia de los pueblos de acá, sojuzgados durante tres largas y penosas centurias. La briosa figura de Espejo cubre por sí sola el lapso preemancipador.
Entre los nimbados padres de Amerindia libérima ocupa, con probados méritos, el sitio delantero, frontal, de abanderado. Y más aún: decimos si alguna vez algún pueblo indo-ibero-lusitano se viese impelido a prosternarse ante un ídolo, ese ídolo sería, incuestionablemente, el mestizo Eugenio Espejo.
(Excusadnos, lector, si estimas que incurrimos en exageraciones. Nuestro ilímite admiración por el irredentista Sabio-Indio-Médico Espejo, obliga).

Artículo tomado de la siguiente publicación:
http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_89/his068901.htm

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